Saturday, July 2, 2011

Los amigos

Sólo cuando han pasado 30 años y uno no tiene cerca a los de siempre, se hace notorio que hacer amigos carnales no es tan fácil como cuando uno vivie en la misma jungla, comparte los mismos recuerdos, el mismo entorno, el mismo universo y los mismos cuentos.
Uno nunca deja de extrañar a sus amigos de siempre y, sin embargo, hay algo que ellos se están perdiendo en nuestra vida enajenada de lo que sólo pueden dar fe los amigos nuevos: esos que han tenido que contar de cero su historia y escuchar la nuestra, pero que en realidad saben poco del pasado de uno, por mucho que se esfuercen, y se conforman con la posibilidad de compartir un rato, el presente, sin que las conexiones las haya regalado la providencia, con tal de escuchar y ser escuchados.
Y eso tiene un gran valor.
Para nosotros que la vida amistosa (como la familiar y toda la que implique intercambio de afectos) es protagónica, tener amigos, en una tierra donde la amistad no vale nada, es como haber logrado reproducir a pequeña escala uno de los recursos naturales de nuestra cultura. Es como poder tener petróleo en la casa.
La vida queda escindida, eso sí. Hay panas que te conocen hasta el tuétano y siguen siendo tus amigos a pesar del tiempo y la distancia (los verdaderops amigos) y cuando les hablas al teléfono y les cuentas de algo que pasa en tu vida debes hacer una abstracción tan grande para que entiendan su significado que el cuento se disminuye o pierde sentido.
Es lo mismo con los amigos nuevos: si uno quiere contarles un recuerdo, los antecedentes son tan jodidos que cuando llega el cuento el esfuerzo ha perdido sentido.
A juzgar por los amigos uno es varias personas.
Lo importante es que haya. Donde estén uno los quiere.
Habría que juntarlos. Pero es difícil unir tiempo y espacio. O ya estarán unidos en la vida de uno?

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