Sunday, May 1, 2011

El despiste benevolente

Una magia inusual que le sucede al extranjero es olvidar su condición. Cuando no nos acordamos de nuestro "no perteneciente" rasgo, es fresca nuestra mirada. Inevitablemente, casi todo es nuevo o, por lo decir lo menos, carente de vejez.
Una vez en Inglaterra, conversando con una escocesa (que era extranjera y lo desconocía) que estudiaba conmigo me preguntó muy como cosa natural qué hacía yo en el Reino Unido, "so faraway from home!" Mi respuesta, sinceramente desprevenida, fue una obviedad: había querido estudiar la maestría que estábamos haciendo, por eso había llegado hasta ahí. Un poco insatisfecha, obviamente, Juliet, concedió, sin pensar mucho: qué tonta, eso es lo que nos hace a todos haber venido hasta aquí.

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