Friday, April 22, 2011

Manatí entre golondrinas


Esa particularísima red de experiencias que tienen sentido en si mismas pero que no responden a una sola cultutra, ni a varias, sino a una mezcla arbitraria de ellas según la percepción de símbolos, valores y afectos de una sola cabecita, termina siendo tan insólita como admirable.
El aislamiento, la tragedia y el dolor permanente pero silencioso de ser extranjero es habitado a su vez por otra cápsula que es la del extrañamiento permanente. El extranjero vive sorprendido. De si mismo, de lo que las cosas significan, de lo que significan para él, de lo que significan en su contexto. Vive admirado de recuerdos inauditos. Y de lo inasible que se le hace el futuro. Mariposa entre águilas. Elefante entre perros. Manatí entre golondrinas. Lo que él ve nadie puede verlo. Pero su visión es secreta. Oculta. El raro es él. El es el que desentona. Lucha todo el tiempo por encubrirse mientras en su fibra interior se producen los más novesosos descubrimientos. La soledad del alma humana viéndose al espejo en medio del tumulto, que parece ciego ante el extranjero.

1 comment:

  1. ¿Se sentirían así los extranjeros que vinieron a la Venezuela que ya no tenemos? ¿Cambia el sentimiento del ser ajeno según la ciudad de reclusión?

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